31.3.11

AGUS

Creo que desde que supe cómo llamarla ya me dio buenas sensaciones. Su nombre recuerda al amado agosto veraniego y a algo en plan muy ''agustito''. Lo cierto es que venía pensando el hacerle unas líneas desde hace un tiempo, creo que desde me quedé prendada de sus defectos. ¿Sabéis cuando sientes que tienes que gritar a cada segundo lo grande que es la persona que tienes al lado? Pues esa es mi definición de lo que hay entre estas dos dislocadas, mi definición de amistad.
Tengo que admitir que el martes se echaron de menos unas cuantas risas, una que otra queja hacia profesores, unas gafas lilas, unos ojos aguamarina, un ‘’wally’’, unas converse, un “no te voy a dejar los deberes” (con sonrisilla incluida), unos cuantos mensajes subliminales en la pizarra, frikear en clase de latín, fugadas por amor al arte, etc. Creo que es de las pocas personas de las que me gustan hasta sus errores, hasta sus enfados y malos gestos. Qué tía. Nunca te falla. Si te vas a tirar por un puente porque no puedes más, llámala, que ella te dará tan sólo una razón que te convencerá al instante y por la que merecerá la pena volver a despertar al día siguiente.
Cómo me gustó rodar kilómetros dirección Madrid con ella. No lo sabe bien, pero ahí me enamoré de sus gilipolleces. Y lo más llamativo de este sujeto del que os hablo es lo completo que es, me recuerda a las últimas palabras del gran Cobain: “AMOR, PAZ Y EMPATÍA”, la palabra “empatía” doblemente subrayada, igual que en ella. Antes que sus propios beneficios, están los de los demás. Se pone en el lugar del contrario para construir un criterio cuerdo y lo consigue siempre; es asquerosamente correcta, eso le hace enorme. Pacífica. Ella va a su roll y quien quiera meterse, que se meta, pero que no haga ruido. Amor, já, eso lo sabe mejor her boy; no, enserio, sabe demostrarte lo que le importas cada día (hay que tener constancia y paciencia, de verdad).
Por esto y por mucho más, querida, he cumplido nuestra apuesta de describirte a las personas, perdón, a la persona, que lea hasta aquí.
Dejo la foto de aquel sábado, desfase de sábado, contigo.



Adivina cuál es la razón que te daría para seguir adelante y escribirás, inconscientemente, su nombre.

25.3.11

LIVE LIFE

Diagnóstico actual: impaciencia de vivirlo todo de golpe. Creo que a mis quince inocentes (ja) años es cuando más ganas tengo, hasta el momento, de beberme la vida de un trago. Viajes, conciertos, fiestas, exámenes, pinceles, amistades, festivales, veranos, canciones, teatros, fotos, compromisos... (quitemos esta última)
Dicen que ''sólo se vive una vez'', y los que lo contradicen a mí me resultan algo extraños y extravagantes, eso de la reencarnación, el más allá y todo eso, llamadme ignorancia personificada, pero no me alcanza. En cambio, Antonio Vega hace de esta fachada de ''más de una vida'' un poema, una pequeña perla:

Las tres vidas

La segunda para vivirlo
y la tercera para escribirlo

Me sentiré entonces orgulloso
de haber completado el ciclo.
Quizá una tarea encomendada
o simplemente elegida, la de transportar
la vida conmigo hasta el último aliento
Porque si algo me acompaña desde
el primer día, son mis pasos y he de
hacer llegar el cuento que estos escriben
para así poder afirmar que de las tres
vidas la primera fue para soñarlo.

¿Genial eh? Realmente se nos fue otro de los grandes.
También escribí en mi libreta algo que encontré no sé dónde, y que me ayuda de vez en cuando. Ojalá, a quien llegue a leer hasta aquí de este intento de blog, le sirva de algo:

"No mires atrás y llores por el pasado, porque se ha ido. Y no estés afligido por el futuro, que aún está por venir. VIVE EL PRESENTE, y hazlo tan bien que merezca la pena recordarlo."


Feliz viernes estudiantes.

20.3.11

BIRTH

Por fin me he decidido crear mi pequeño espacio en este gran mundo que es Internet, ahora, no prometo que vaya a tener una larga vida. Seguramente antes del domingo de la semana que viene abandono este venazo. Por cierto, he decidido comenzar con algo que escribí en una libreta gastada el mes pasado. Fue un día crucial, de reflexión, de punto y aparte. Ahí va:

                                                                                                                                          
El Sol empieza a despedirse de este 27 de febrero de 2011. Comenzaré ya.
Volví anteayer de Madrid y las conclusiones que saco no son muy "ilicitánamente correctas". Me explico: es inevitable volver de la capital y comparar. No es que odie Elche, es más, me siento parte de la ciudad, pero estoy convencida de que yo no nací para verme crecer entre estas palmeras. En cuanto di un par de pasos por las calles de Madrid me convenció. Era el ambiente, el ruido de mil coches sonando a la vez hasta incluso las tres, las cuatro y las cinco de la mañana, las sirenas de la policía disparándose por la Gran Vía, la gente: cada uno a su roll, todos diferentes de todos, personalidad. Era fácil ver a un mendigo con su petate y un cigarrillo, caminando mano a mano con un tipo bien trajeado con el móvil pegado a la oreja, dos mundos tan distintos tan cerca...eso se me quedó grabado. De repente, te cruzas con un tío de pintas muy bohemias y te preguntas "¿será famoso?": patético.
Algo que se me tatuó en la sien fue cuando, distraída esperando a estas en medio de la calle, escuché una conversación ajena de una pareja que pasaba por allí. Parecían colegas o compañeros de curro. Él le decía a ella cómo estaba (y muy acertadamente) el panorama musical en nuestro país, y ella reforzaba su teoría reclamando una generación perdida, "auténtica" decía. Me gustó. Esta clase de cosas no se suelen escuchar mucho por aquí, y si lo consigues, suena muy hipócrita y te da la risa.
Contaría en esta parida mil cosas que pienso sobre todo lo que pasó en el viaje (los chicos de Vigo, los tíos raros de Leño, el Siroco, el chute de rock en una noche con los cuatro conciertos, el conocer a la gran Lorena, es de lo mejor, los donuts sacados de un capítulo de Los Simpsons, los aires rockandroleros de sus callejuelas, ''Las Beatles'', las resacas de Laura, etc.), pero, como ya has visto, es demasiado.
Me quedo con los restos del naufragio de esta experiencia, lo que saco en claro: cuanto más sepas, más libre eres. Cuanto más independiente, más libre. Me sobran ganas de volver (todo lo que sea viajar), de vivirlo todo de golpe.



Se cierra una etapa, con el mes del catorce de febrero, teniendo en la cabeza algo diferente, un cambio radical. Seguramente estos días madrileños han tenido algo que ver, añadido a mi propio Verano Fatal.
Punto y aparte, "pues hasta morir la única opción siempre es matar, siempre matar."

Las montañas acaban de esconder al Sol. Me lo he perdido.